"¡Oh glorioso San Alejo mío!, tú que tienes el poder de alejar todo lo malo que rodea a los escogidos del Señor, te pido que alejes de mí a mis enemigos. Aléjame de Satanás, aléjame del mentiroso y hechicero así como también del pecado y por último al que viniera a mí para hacerme daño. Ponme tan lejos de los malos que jamás me vean, aleja los insensatos que quieran hacerme mal. Acércame al Señor para que con su divina gracia me cubra de todo lo bueno y me reserve un puesto a la sombra del Espíritu Santo, amén, Jesús. Así sea."
Se puede encender una vela blanca o celeste para potenciar la petición. Se deberá de hacer todos los días hasta que te conceda la petición.
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